jueves, 17 de julio de 2008

Mutación y divulgación científica

Cuando un concepto se extiende demasiado termina por perder sentido. Es lo que sucede con la idea de mutación en el neodarwinismo. Para esta versión de la teoría darwiniana, todo alelo es un mutante, pues deriva del cambio azaroso (filtrado por selección natural) de alelos anteriores. Esta idea elimina las especies, estableciendo continuidad histórica en lo que se nos presenta como un actual campo discontinuo de variedades genéticas y morfológicas. Pero los únicos casos de mutación comprobables, y no fruto de una mera especulación histórica, son aquellos en los que se presenta un carácter (uni o multigénico) que no está presente en la ascendencia, o bien que se activa cada vez más rápido en la vida de la persona, lo cual nos remite a un primer momento en el cual no se manifestaba fenotípicamente, y que, por lo tanto, debió tener un inicio en el tiempo.
Lo que señala Mirta es que la divulgación científica a veces presenta como mutantes solo a los individuos con caracteres observables que son poco comunes, es decir, con el sentido que la palabra tenía en la época en que el positivismo manejaba un concepto de "normalidad" sumamente restrictivo, basado en los aspectos morfológicos más gruesos, sin ningún fundamento científico. Teniendo en cuenta que dos personas no tienen las mismas huellas digitales, todos somos mutantes respecto de alguna forma originaria que en realidad sólo existe en el plano de los mitos y de los cuentos de hadas, del "había una vez" cuando sólo existían Adán y Eva, salidos de manos de Dios tan perfectos como sea concebible.
¿Por qué esta vulgarización de conceptos en su sentido original, ya inoperantes en el ámbito de la "seriedad" científica? Por razones de publicidad. La ciencia debe vender. Para hacerlo tiene dos recursos: la aplicación tecnológica a corto plazo o el sensacionalismo que hace vender, sea a los propios libros de divulgación (y a la editorial que los publica), sea a los auspiciantes de los programas (al ser vistos por determinadas clases de televidentes que no se interesan por otros programas). Esto explica por qué motivos los canales de cable de divulgación científica hablan del Arca de Noé y del Santo Sudario, y los canales "espirituales" se ocupan de la cosmología o de la teoría de la evolución.
Pronostico una ciencia homogénea para todo uso, una igualación progresiva entre textos y programas televisivos de divulgación, esotéricos y de ficción.
Copyright Daniel Omar Stchigel. Derechos reservados.

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