sábado, 12 de abril de 2008

La vida, desde adentro

Hay algún motivo por el cual los pensadores se dividen en dos bandos. Los que aceptan que somos, como dice Dawkins, complejas maquinarias creadas por los genes al servicio de su propia replicación, y los que no lo aceptan de ningún modo. Los que no lo aceptan, y entre ellos me encuentro, generalmente dan argumentos científicos o filosóficos para su rechazo. Por ejemplo, que Dawkins no tiene en cuenta los procesos que se dan entre el ADN, donde él ubica los genes, y el fenotipo, que esos genes "codifican". O que no explica por qué tanto despliegue de complejidad de máquinas que podrían reducirse al nivel de una bacteria sin alterar en nada su capacidad de supervivencia. O que no tiene en cuenta que un gen es un carácter codificado, es decir, que sin ese carácter al que codifica no sería un gen, con lo cual el ADN es el medio a través del cual un organismo se copia a sí mismo, y no el organismo un medio a través del cual el ADN se replica. Todo esto es cierto, y lo comparto. Pero creo que el verdadero motivo por el cual se rechazan esas ideas es otro, está en la mente de quienes hacen el rechazo causa suya (como Gould y Steven Rose), pero no lo mencionan. No lo reconocen porque tiene que ver con la percepción que todos tenemos de nuestra propia vida, por así decirlo, "desde adentro", porque no es un argumento científico. Pero lo cierto es que, si no consideran que la vida sea sólo "cibernética molecular", es porque "máquina" es una palabra que viene asociada a un montón de imágenes y significados, que son incompatibles con los significados e imágenes que vienen asociados al término "vida".
Éste es el aspecto que se le ha criticado más a Haeckel y a Teilhard de Chardin, y sin embargo, para mí, es justamente el único rescatable: vida es algo que pasa "adentro", en un lugar que no es lugar, en el lugar del "sentirse vivir". La biología nos habla de las causas fisiológicas del latido del corazón, pero nada nos dice de nuestro "sentir al corazón latir". Ese "sentirse", que nos pasa a los hombres, pero que también "sentimos" oscuramente (por empatía) en los animales, y algunos hasta en las plantas, es lo que Husserl llama "cuerpo viviente", o soma.
El soma es nuestro centro, el punto de vista, el mirador desde el cual contemplamos el paisaje del mundo. Es, como decía Ortega y Gasset, el modo en que sentimos, nos dejamos afectar, por el mundo, un mundo que nos repugna, que nos atrae o que nos duele, que tocamos, que empujamos, que torcemos y que golpeamos.
El filósofo naturalista Nagel se pregunta qué siente el pájaro en su vuelo. Sabe que es una pregunta contra-fáctica, casi un sinsentido. Nunca seremos aves, nunca sentiremos lo que es volar. Es el poeta, no el biólogo,el único autorizado a hablar de esta "vida desde adentro". Así como el neurólogo cognitivo observa sus tomografías computadas y dice qué áreas del cerebro están involucradas mientras el "sujeto que es objeto del experimento" hace esto o aquello, y no saca conclusiones sobre el sentido de que haya algo que sea "ser conciente de sí mismo", el biólogo comprende los ritmos cardíacos sin plantearse qué es el "sentir a la vida latir en las venas", ni pensar hasta qué orden animal se puede hablar de un tal "sentir".
¿Se esfuerza el girasol en dejarse tostar por el calor del Sol? La Biología no se puede preguntar estas cosas. La filosofía puede preguntarlo, pero no responder. Sólo el poeta responde.
Sin embargo, los que nos resistimos al reduccionismo genético de Dawkins, por más que damos argumentos biológicos bien legítimos para ello, en el fondo, lo hacemos por lo que tenemos de poetas (o, al menos, de filósofos).
Copyright Daniel Omar Stchigel. Derechos reservados

10 comentarios:

Jontxu dijo...

Saludos, soy Jon del blog Crimentales.

En primer lugar quisiera felicitaros por los estupendos artículos que publicáis aquí. He leído vuestra adhesión al manifiesto por una nueva biología, y comprobado que en el enlace que habéis facilitado están disponibles vuestros nombres y profesiones. ¿Tendríais inconveniente en que os agregara a la lista de firmantes?

Un saludo y gracias,
Jontxu

Anónimo dijo...

Para redondear la coherencia del artículo, quizá cabría añadir:

"Por lo tanto, no puedo rebatir los argumentos biológicos de Dawkins con argumentos filosóficos y de sentimientos, porque son cosas distintas"

¿O puedo empezar a describir la teoría de las supercuerdas por cómo siento "mi energía interior"?

No se, pero contestar ciencia con poesía, me parece un poco friky no?

Saludos cordiales.

DOS, MEG dijo...

Nos encantaría integrar el amnifiesto. Y un comentario a algún artículo nuestro de parte de ustedes, y sobre todo de parte de Sandín, sería un honor para nosotros, que, humildemente, desde este extremo del mundo, Argentina, queremos aportar nuestro granito de arena para que se comprenda la necesidad de un cambio de paradigma en la biología contemporánea. Gracias, y saludos desde Buenos Aires.

DOS, MEG dijo...

El comentario anterior va para Jon, de Crimentales. En cuanto a usted, Hernández, le pregunto ¿argumentos científicos de Dawkins? Dígame en qué libro Dawkins da algo más que argumentos de materialismo filosófico, y bastante burdos, por cierto. Además, la vida no es objeto exclusivo de la Biología.

Jontxu dijo...

Gracias, ya le he comunicado el mensaje a Máximo Sandín.

Quisiera comentar que, además de que, efectivamente, la obra de Dawkins tiene muy poco de científica, parte de asunciones basadas en una interpretación sumamente reduccionista del funcionamiento de los genomas, procedente de los años 20 y 30 del siglo pasado, cuando los conocimientos sobre genética eran aún muy escasos.

Los numerosos hallazgos que en la súltimas décadas se han realizado en campos como la genética del desarrollo (pueden encontrarse muchas referencias al respecto en esta página http://www.iieh.com/index2.php) han dejado la concepción de la genética de la que parte Dawkins ampliamente desfasada.

DOS, MEG dijo...

Efectivamente, lo que usted dice es cierto. Y es una lástima que muchos biólogos serios apoyen a Dawkins en todo lo que dice sólo porque tiene una retórica eficiente para convencer al vulgo de que cualquier otra opción nos llevaría a una aceptación del creacionismo, como si la única alternativa para el destino de la Biología fuera "Dios o Darwin".

nacho dijo...

Muy buen artículo Dos (no puedeo evitar pensar en Bill Gates cada ves que escribo tu nick). Lamneto, no obstante, el uso de la metáfora "conejillo de indias humano". Me pareció, digamos, un exceso de romanticismo poético. Creo que el punto que querés defender se hace más fuerte cuando se escapa a estos lugares comunes.
Abrazo, felicitaciones por el sitio y mis cariños a Meg

Anónimo dijo...

Estimados amigos:
Les agradezco su apoyo al Manifiesto, y también su invitación para participar en su interesante Blog.
Tengo que decirles que no soy muy proclive a participar en debates en blogs, salvo, ocasionalmente, en el de mi amigo Jontxu, pero no quería parecer descortés ante su amable invitación.
Comparto su opinión de que la Filosofía tiene mucho que aportar a la Biología (al conocimiento en general), entre otras muchas cosas, la duda metódica y la diferenciación entre interpretaciones y descripciones “objetivas” de la realidad.
También comparto su opinión sobre Dawkins. En realidad, su “aportación” a la Biología, “El Gen egoísta”, no tiene (nunca la tuvo) ninguna base real, ningún soporte empírico. Se sustenta en suposiciones y creo que su éxito se basa en que es una extrapolación puramente retórica de los fundamentos de la economía de mercado (“del egoísmo individual proviene el bien general”), es decir, de la ideología (o de la concepción de la realidad) dominante. También creo que su rápida aceptación como reforzamiento del darwinismo cuyos conceptos centrales tienen, como ustedes saben, el mismo origen (Malthus y Spencer), constituye “la segunda gran catástrofe de la historia de la Biología”. No creo necesario señalar cual fue la primera. Sus perniciosos efectos los explica muy claramente von Sternberg en el artículo que les enlazo: http://www.uam.es/personal_pdi/ciencias/msandin/transformacion.htm
Les reitero mi agradecimiento y les deseo mucha suerte en su importante tarea.
Un cordial saludo.
Máximo Sandín

DOS, MEG dijo...

Lo de "conejillo de indias humano" no era ninguna crítica desde una perspectiva bioética, si eso te preocupa. De todos modos, lo puedo sacar, si te parece. Lo bueno del blog es que uno puede borrar y modificar lo que salió mal. Lo malo es que, quizás,eso no sería ético, porque haría incomprensible tu comentario, por otra parte perfectamente correcto.
Un abrazo.
Daniel

DOS, MEG dijo...

A Máximo Sandín:
Agradecemos infinitamente su apoyo. Para nosotros es un honor. Desde ya, estamos de acuerdo con su crítica al ultradarwinismo. Pero pensamos, además, que la Biología Molecular y la genética, en la cual usted ha hecho aportes que nos parece son de suma trascendencia, dan para una nueva interpretación de los fenómenos de la vida, que corrigen los viejos errores, y que es necesario empezar a construir. Desde ya que para plantar en este nuevo terreno hay que empezar por quitar la maleza, y par eso la crítica epistemológica a los viejos modelos creemos que puede ser útil. Gracias por su tiempo y su interés!
Daniel y Mirta