Kant, filósofo de gran influencia en el ámbito científico (Einstein lo citó bastante, y es casi el único al que citó, aparte de su inspirador filósofo y físico Mach), dijo que el hombre encuentra en las cosas lo que antes ha puesto en ellas. Eso significa que los "puros hechos" no existen (salvo en el caso extremo de los datos inmediatos de la sensación, que son también algo que está "del lado del sujeto", por lo menos desde que Descartes y Galileo fundaron la física moderna).
Lo que Kant dice es cierto, básicamente, porque la Biología, por ejemplo, como dice su nombre, no es la vida, sino una "palabra o discurso racional" (logos) acerca de ella. El discurso es lo que dicen los hombres que las cosas son. Esto no nos lleva a un subjetivismo radical, simplemente porque no todos los hombres "dicen" lo que es la vida, ni lo dice tampoco "cada hombre" de aquellos que están gremialmente autorizados para decirlo.
Para hacerlo más simple, la ciencia, cualquier ciencia, es una institución tradicional, que subsiste y evoluciona por educación (no se ha encontrado aún el gen de la inquietud o de la experticia en materia de Biología). Esa institución surgió fuera de las universidades (Galileo estudió en una academia, no en la Universidad), pero con el tiempo se apropió de esas instituciones teológicas medievales y aprovechó sus posibilidades de tradicionalización.
En el caso de la Biología, el discurso suyo se separó del discurso físico, debido posiblemente a la influencia de la medicina (los primeros biólogos fueron médicos). Se esperaba del estudio de la vida recursos para mejorar la vida humana, algo que fue más lento y llevó más tiempo que en el campo de la física. La biotecnología es algo reciente, muy reciente comparado con las aplicaciones tecnológicas de la física.
Como muestra Hegel en la Fenomenología del espíritu, la conciencia trata de absorber una realidad que se le escapa constantemente. "Habla", entonces, de ella, como un modo mítico de apropiársela. Si lo lograra, dice Hegel, llegaríamos a la autoconciencia total, es decir, en lugar del hombre estaría Dios, y todo en él. Por eso mismo es que, según Kant, el conocimiento absoluto es un ideal que nunca se alcanza, y la ciencia, así, se vuelve deliciosa por lo que promete, pero mantiene el sabor de lo deseado pero inalcanzable.
Para la Biología la vida es, y "debe" ser, como la Beatrice del Dante, y por eso en este blog, para que la Biología no se vuelva desabrida, y para que los biólogos no se mueran de inanición, nos planteamos dudas, provocamos -como ha dicho uno de nuestros fieles comentaristas- con algunos títulos sensacionalistas, y hacemos preguntas que dejamos sin responder.
La Biología es una más de las maneras en que el espíritu lucha (amorosamente) con la materia, en una batalla que siempre está, en cada momento, perdida, pero que siempre será ganada "mañana".
Copyright Daniel Omar Stchigel. Derechos reservados.
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