miércoles, 7 de mayo de 2008

De nuevo sobre el estilo de Dawkins

Mirta se ha tomado el trabajo de hacer unas encuestas para tratar de obtener alguna información acerca del pensamiento de quienes leen este sitio, ya que suelen ser demasiado tímidos para hacer comentarios a nuestros artículos (salvo agradables excepciones).
Sé que no poder estar seguros de que el comentario sea aceptado puede amedrentar, pero sólo suprimimos comentarios que resultan ofensivos o que contienen localismos cuyo sentido desconocemos pero que, por el contexto, suenan muy mal. A pesar de que este sitio está en castellano, el idioma que manejamos tiene múltiples formas locales, y eso nos ha llevado a optar por lo que suele llamarse un "español neutro", siguiendo las ideas universalistas de Jorge Luis Borges.
Pero, volviendo a las encuestas, y considerando la información que muchas veces se acercan a buscar nuestros lectores, me doy cuenta de que queda un gran trabajo por hacer en el camino de la Epistemología de la Biología. Un trabajo que se parece a lo que podríamos calificar como "tareas inútiles", y que son las que mejor definen las características de nuestra especie. Tareas inútiles como la de pensar por el sólo placer de hacerlo, pensar para distanciarnos de la realidad, que nos apabulla con su superficie brillante que deslumbra, pensar para no dejarnos embaucar por los biólogos mediáticos como Dawkins, cuyos libros, sumamente entretenidos, toman rarezas interesantes de donde sea, las unen con hilos flojos pero agradables, y nos dejan, al final de su lectura, un vacío de rebordes suaves, reamente agradable, pero poco alimenticio para el alma.
Consideremos, por ejemplo, la obra Escalando el Monte Improbable, a la cual ya hice referencia en otros artículos de este blog. En una parte de la obra, Dawkins toma una serie de investigaciones hechas por David Raup acerca de la forma de los caracoles, muestra que puede establecerse un espacio de formas posibles, y señala que el hecho de que las caparazones de los caracoles no sean sistemas de protección les ha permitido transgredir ciertos límites evolutivamente "prohibidos". También nos dice Dawkins que él ha elaborado un programa de computadora basado en El Relojero Ciego, extensión a la cual dió el nombre de El Caracolero Ciego, lo cual le ha permitido mejorar la representación de formas posibles de Raup, etc.
De esta manera Dawkins no tiene problemas en admitir que pueda haber formas que carecen de función adaptativa, que esas formas siguen ciertos patrones que pueden graficarse en un espacio de formas posibles, y que, consecuentemente, hay orden gratuito en la Naturaleza (o sea, que existen las "enjutas" de las que hablaba Gould). Claro que antes había realizado un alegato ultradarwinista y había criticado a aquellos que, por "detalles" como éstos, pretender ir más allá de las ideas sacrosantas del Maestro. Después continúa con las curiosas simetrías del reino animal y habla de la simplicidad de un programa genético que repite patrones sin necesidad de extender la información mínima necesaria para la supervivencia de la especie, con lo cual reduce a economía una cuestión que otros verían en términos de armonía y mesura.
Lo cierto es que el "cubo de Raup" nada tiene que ver con la teoría de la evolución. Tampoco El Caracolero Ciego. Ni siquiera El Relojero Ciego. El espacio de Raup y los artilugios computacionales de Dawkins no presentan procesos que transcurren en el tiempo. En ningún caso las formas obtenidas de las variaciones de los parámetros iniciales coinciden con la dirección de la evolución según los registros paleontológicos, ni tienen que ver con ventajas adaptativas. Sostener lo contrario es confundir la estructura atemporal del mundo de las ideas de Platón con la cronología de las visiones del mundo de La decadencia de Occidente de Spengler.
Las formas posibles son formas co-existentes, como las nubes de probabilidad de la mecánica cuántica indican las posiciones en que puede encontrarse un electrón dentro del átomo en cualquier instante del tiempo.
Abran los ojos, estimados lectores, no se dejen engañar por quienes creen que la filosofía nada aporta a la Ciencia. La Ciencia nació de la Filosofía y sigue teniendo en ella sus raíces. Cuando un paradigma entra en decadencia, el científico busca desesperadamente a un filósofo que lo ayude. Si no lo encuentra, deberá hacerse él mismo filósofo. Pero que no se le ocurra buscar la ayuda de un vendedor de vidrios de colores, que deslumbra pero no instruye.
Copyright Daniel Omar Stchigel. Derechos reservados.

2 comentarios:

Alejandro dijo...

Todavía tengo mucho que leer por estos lados, así como también tengo mucho que leer de y sobre Dawkins.
Pero hay un par de cosas que me gustaría destacar: Dawkins se dirige a un público específico (muy general), si usted sabe de Biología, bien por usted pero el resto tenemos que investigar bastante y una explicación simple para empezar nos viene bien, Dawkins da explicaciones simples.
Soy informático y usted me dice que un programa que si funciona (entrega los resultados deseados), en realidad no funciona, que los programas en tiempo de ejecución no ocurren realmente en tiempo de ejecución, que las máquinas siguen leyes físicas distintas al resto del mundo y que en ellas no existe el tiempo; y por eso los resultados que se obtienen de un programa nunca se corresponden con la realidad. ¿No? entonces alega que los resultados obtenidos no reflejan la realidad. Eso solo puede suceder si un programa está mal hecho; entonces y solo entonces tiene tiene usted razón, pero no diga que los ordenadores trabajan en la estructura atemporal de Platón.
Sobre sí Dawkins es solo un vendedor de vidrios, bueno, es innegable que vende, pero usted también tiene un Copyright al final de su texto, ¿puedo considerarlo entonces también a usted como un vendedor de vidrios? todos los argumentos anteriores eran lógicos pero decir que miente por que vende parece en su caso un simple caso de envidia y no es argumento real de nada. No caiga en esos argumentos.

DOS, MEG dijo...

¿Que le tengo envidia a Dawkins? Por supuesto que se la tengo, él vende, está en todas partes de Internet (como un Dios), y a mí me gustaría ser tan famoso como él. ¿Que yo vendo vidrios de colores? No lo creo. Por lo menos trato de conocer los últimos avances en genética y biología molecular, cosa que Dawkins no se toma el trabajo de hacer. En cuanto al tema de la temporalidad de los programas de computación, le vendría a usted muy bien leer alguno de los libros de Roger Penrose, sólo para enterarse de que los ordenadores que trabajan en el tiempo son copias imperfectas de los "ordenadores posibles" o máquinas de Turing, que son modelos matemáticos atemporales que se refieren a cosas posibles pero irrealizables (la máquina universal de Turing, por ejemplo, tiene una cinta ideal de entradas y otra de salidas de longitud infinita, y usted bien sabe que el infinito es irrealizable para nosotros, aunque posible "en principio").
En cuanto al Copyright, fue una recomendación de un publicista para que si, en el futuro, alguien cita las opiniones que vierto en el blog, me nombre, porque soy un tipo al que le gustaría ser nombrado, como nombran a Dawkins, aunque no es un copyright oficial, así que no ganaría dinero con eso. Verá que en nuestro blog no hay publicidades. Nuestro objetivo no es el lucro. Es sólo el reconocimiento de parte de otros de que sabemos pensar críticamente, que desconfiamos de lo "simple", y que nos gustaría conocer a otras personas que compartan nuestras ideas y pensar y dialogar con ellos, sin agresiones innecesarias (supongo que Dawkins no le paga a usted por defenderlo, ¿Verdad?).
Gracias por el comentario.
Daniel