martes, 20 de mayo de 2008

Biofilosofía: la Biología como arte

Según la concepción que la filosofía analítica maneja acerca de la ciencia en general, la Biología debería ser tratada como un discurso formado por proposiciones encadenadas en razonamientos y cuya intención es explicar un dominio de hechos, al cual se le da el nombre de "base empírica".
Esta es una visión muy empobrecedora acerca de las discipinas, y una epistemología fenomenológica es capaz de revelarnos una riqueza mucho mayor en la labor del científico.
Si alguna palabra se adapta a lo que un biólogo hace y piensa, ella es, según creo, la de "arte". "Arte", en el sentido griego del término, es un conocimiento productivo, es decir, una técnica, un saber que está destinado a hacer emerger algo que no estaba allí más que en potencia, que no hubiera podido aparecer sin el trabajo del hombre.
El biólogo disecciona, mira al microscopio, marca radiactivamente las sustancias y las sigue en sus trayectos, arma modelos mentales o computacionales de esos movimientos, subordina a leyes. Trabaja con las cosas que han nacido solas del seno de la naturaleza, es decir, trabaja con la fysis, pero como buen metafísico trasciende las apariencias, busca el secreto escondido en la vida, horada, cava en la superficie de su terra incógnita, y crea realidades donde no había más que su posibilidad. Por ello no es posible hoy en día una biología de mera observación, más que en esos pequeños territorios de la etología o de la teoría de la evolución aplicada al comportamiento social de las hormigas, o en la vieja ornitología.
Ramon y Cajal le decía a su padre que se dejara de anatomía, que no iba a descubrir nada nuevo estudiando a simple vista los cadáveres. Usó el microscopio, dividió el tejido nervioso, aplicó tinciones y llegó a los extremos de las conexiones, y descubrió que el último valuarte reticulado que se sustraía a la teoría celular era, después de todo, un conjunto de alargadas y tortuosas, pero no por ello menos ciertas, células vivientes, como las de cualquier otro tejido.
Ramón y Cajal descubrió la neurona, pero al descubrirla la creó, igual que los aceleradores de partículas, en choques a altísimas energías, nos permiten ver y descubrir lo que en verdad están creando, es decir, lo que están haciendo emerger del fondo oscuro de la naturaleza.
Copyright Daniel Omar Stchigel. Derechos reservados.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Saludos les escribe oscar Fernández desde Venezuela y vengo trabajando desde hace 15 años con los mismos temas aquí algunos links:
ciencia y arte:
http://www.osfer.blogspot.com

Biología el arte de la vida:
http://aafi.filosofia.net/revista/el_buho/elbuho2/buho4/didactica.pdf

teoria meta compleja del pensamiento biológico:

http://www.uvmnet.edu/investigacion/episteme/numero8y9-06/colaboracion/a_teoria.asp

DOS, MEG dijo...

Gracias por tu comentario. Leeremos los links y haremos un comentario en la página principal en cuanto nos sea posible.
Daniel y Mirta