sábado, 29 de marzo de 2008

¿Deriva genética o deriva autopoiética?

Sentirnos parte de algo más grande es algo que no nos sucede todos los días. Cuando ví nacer a mi hija me sentí muy pequeño. De pronto creí entender el significado de la idea del "río de la vida". La vida, indudablemente, está en nosotros, pero también nos atraviesa, sigue su propio camino, como la astuta razón de la que hablaba Hegel. De dónde y hacia dónde va la vida, es la vieja pregunta de la filosofía. Puede entenderse de muchas maneras: como una pregunta existencial (qué sentido tiene todo esto, venir de la nada, ir hacia la nada, o venir de otra vida e ir hacia otra vida, que a nivel de nuestra conciencia individual es casi lo mismo), como una pregunta metafísica (¿hay un plan, un hilo conductor trascendente que se nos escapa?), o científica (qué recibimos por herencia, qué heredamos a nuestros hijos, cómo surgió la vida, cómo evoluciona, hacia dónde va, qué posición tenemos en ese devenir).
Hay un modo de referirse al cambio de la vida generación tras generación, que de algún modo está al margen de la idea de evolución: la deriva. Así como un barco que va a la deriva no tiene rumbo fijo y sigue los vaivenes del viento, la Síntesis ha hablado de una deriva genética, deriva que termina en un encallamiento: el barco siempre acaba en una cima adaptativa. ¿Cómo llegó allí? El barco es la población, y llega a donde llega moviéndose al azar por pequeñas variaciones en la frecuencia alélica, sean variaciones debidas a la recombinación, sea como consecuencia de mutaciones al azar. Esta idea de deriva fue explotada por la teoría neutralista, que considera una tasa constante e irreversible de mutación que va separando las distintas líneas de desarrollo de las especies, sin que esa frecuencia se vea afectada por la selección natural (estas mutaciones suelen no tener efectos fenotípicos, pues ocurren tanto en zonas no codificantes del ADN como en otras que sí codifican información).
Hay otra idea de deriva totalmente distinta, que fue elaborada por los biólogos chilenos Maturana y Varela, y que se acerca más a lo que yo sentí cuando presencié el nacimiento de mi hija: es la idea de deriva autopoiética. Maturana y Varela llamaron "autopoiéticos" a aquellos sistemas cuya tarea es autorreferencial, pues consiste en construirse a ellos mismos, en mantener su estado dentro de ciertos límites, y eventualmente en propagar ese estado haciendo copias de sí mismos (aunque no se hayan ocupado mucho en desarrollar el tema de la reproducción). Un sistema autopoiético puede ser afectado por entradas de materia y energía de origen externo, pero es organizacionalmente cerrado. Eso significa que, si una parte de lo que consideramos externo al sistema co-varía siempre con él, debemos pensar que esa parte es interna al sistema, es decir, que hemos definido mal sus límites. El sistema autopoiético, por supuesto, no es estático. Sufre con el tiempo una deriva. Esa deriva no es un movimiento sólo de sus genes, o de su ADN (como en el neutralismo). Es la totalidad de sus biomoléculas y de las relaciones que mantienen entre ellas lo que sufre la "deriva". A esa deriva solemos llamarla evolución.
El sistema autopoiético determina sus propios límites. El caso típico es el de la célula, que se rodea de una membrana que delimita un adentro y un afuera. La identidad del sistema no pasa por un conjunto privilegiado de moléculas portadoras de información, sino por todos los procesos biomoleculares que le permiten mantenerse dentro de ciertos límites, o eventualmente "derivar" hacia nuevos estados que le permitan recuperar su homeostasis, y ello sin perder su cierre organizacional, es decir, sin "morir". Creo que esta es una idea muy interesante, que nos permite superar el reduccionismo genético, y evitar todas las connotaciones de la palabra "evolución" que han llevado a polémicas estériles.
Copyright Daniel Omar Stchigel. Derechos reservados.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Felicitaciones, de otro argentino los pinguinos, blogspot. Recomiendo de su interés visitar la Web de:
www.denisenajmanovich.com.ar
Dra en biología y filosofía epistemología y la otra la de comunidad de pensamiento complejo:
www.pensamientocomplejo.com.ar.
Saludos fraternales de Héctor.

DOS, MEG dijo...

Gracias por el comentario. Trataremos de visitar esos sitios en cuanto nos sea posible.
Saludos