martes, 18 de marzo de 2008

¿Unidad de origen o unidad de esencia?


Hay ciencias que son mayormen- te hipotético-deductivas. Otras son histórico-especulati- vas. Unas siguen el proyecto griego de ciencia: la búsqueda de la unidad que se esconde detrás de la aparente multiplicidad caótica de los fenómenos, esa multiplicidad que solía llevar a los propios griegos a apelar al capricho de los dioses. Las otras, en cambio, intentan recuperar el pasado, seguir la genealogía de las palabras, de las ideas, e incluso, por qué no, de los seres vivientes, de los planetas, de las estrellas y del Cosmos en general. ¿En qué posición epistemológica deberíamos poner al descubrimiento de los genes homeóticos, esos que organizan espacialmente el proceso de desarrollo, y que le "dicen" a cada par de patas, de antenas y de ojos qué lugar ocupar en el contexto del organismo total? Los investigadores en este nuevo enfoque que se ha dado en llamar Evo-Devo han tratado de entender el sentido de la existencia de cadenas de genes reguladores de este tipo que son permutables entre genomas diferentes (como lo muestra el sorprendente ejemplo del Pax 6 de la Drosophila melanogaster, que, sin ser un gen homeótico en sentido estricto, tiene esta extraña propiedad de poder ser intercambiado por el gen correspondiente que regula el desarrollo de los ojos de una rata, dando en la mosca lugar al desarrollo de ojos de mosca, y, en la rata, al desarrollo de ojos de rata). Dado que los biólogos suelen concordar con Dobzhansky en que "nada puede entenderse en biología si no es a la luz de la teoría de la evolución", se ha pensado que lo lógico era suponer la existencia de un antepasado común a todos los animales con simetría bilateral, al cual se le ha dado el nombre de Urbilateria, o de "animal urbilateral". Las representaciones gráficas de Urbilateria difieren: algunos lo imaginan como una especie de gusano con un simple tracto digestivo; otros piensan que tenía patas articuladas, antenas y hasta ojos rudimentarios y un corazón primitivo (como si "rudimentario" y "primitivo" fueran términos legítimos para hablar de lo desconocido). Urbilateria es un bello sueño. Ha surgido de la misma fuente de la que surgieron Adan y Eva, la idea de que todos los seres de una misma naturaleza tienen que proceder de un mismo ser. Yo creo que Urbilateria no existió en un sentido físico, histórico, de la palabra "existencia". Urbilateria es una ilustración, un relleno imaginario de un esqueleto conceptual, de aquello que se esconde detrás de la aparente multiplicidad del mundo animal. Lo que Urbilateria nos muestra es que, en el fondo, todos los animales son "versiones" de un solo modelo, variaciones de un tema, como lo pensó Geoffroy Saint-Hilaire, un evolucionista para quien la evolución (qué el concebía por adaptación directa) era algo secundario frente a la búsqueda de la universalidad de la ley. Por otro lado, sería difícil para la Síntesis Neodarwinista explicar sólo en base a la presión selectiva (que nunca podemos pensar como unilateral, pues en tal caso debería estar "dirigida"), el hecho de que no hayan surgido por mutación formas alternativas de organización espacial durante el proceso de evolución del reino animal.
Figura: Urbilateria. Ilustración de María E. Luccerini. Derechos reservados.
Copyright Daniel Omar Stchigel. Derechos reservados.

2 comentarios:

VERSUS dijo...

¿Y si no existe un antepasado común que alternativa queda para explicar las propiedades del pax 6?
Un gran abrazo
Versus

DOS, MEG dijo...

La verdad, no lo sabemos. Pensamos que a veces las preguntas no tienen respuestas, al menos por el momento, y debemos evitar los apresuramientos que, por temos al misterio, nos llevan a rellenar los huecos de nuestro conocimiento con soluciones que no parecen del todo correctas. Quizás debamos admitir que encontramos un universal en el ámbito de la vida, y nada más. Los descubridores de la estructura atómica tampoco se desesperaron inmediatamente por saber por qué no puede haber más de dos electrones compartiendo un orbital, o por qué los átomos tienen núcleo, o por qué la fuerza electromagnética disminuye con la distancia de un modo distinto a como lo hace la fuerza de gravedad.